martes, 7 de agosto de 2012

La historia de Steve Jobs: ¿Un relato inspirador o un cuento con moraleja?


Hace casi un año que Steve Jobs murió. Pero su biografía aún continúa en lo más alto de las listas de ventas. La historia de su vida se ha convertido en una extraña lectura obligada paraempresarios y emprendedores que, como recoge Wired, se dividen entre devotos seguidores de su filosofía de trabajo y aquellos que la rechazan por completo, incluso aunque alguna vez fueron fieles admiradores.

Para algunos, la historia de Jobs ha puesto de relieve la importancia de concentrarse en las metas y la visión de negocio propia, sin darle mayor importancia a socios o empleados. Pero para otros esta historia es una seria advertencia acerca de cómo este hombre cambió el mundo a costa de los que estaban a su alrededor. Esta división no deja de ser el reflejo de una realidad latente, la búsqueda del éxito en el trabajo junto con la satisfacción dentro del hogar y con la familia.

En un lado están los que podríamos llamar acólitos. Son empresarios que han tomado la historia y la vida de Steve Jobs como una licencia para ser más agresivos y visionarios como competidores y, por encima de todo, como jefes. El trabajo es el centro de sus vidas y la historia de Jobs les ha corroborado esta elección.

Steve Davis, director ejecutivo de TwoFour, forma parte de este primer grupo. Cree que las empresas fracasan cuando no se puede estar disponible las 24 horas del día y afirma que "los emprendedores somos diferentes a otros trabajadores.Jobs fue derribado y continuó con su camino. Era totalmente poco convencional, tomando su camino particular, y tú podías unirte a él o salirte".Tristan O'Tierney, desarrollador de software de Mac y iPhone, declara que él ve el valor en decirle a la gente sin rodeos que su trabajo no funciona. "No haces mejores productos diciendo a la gente que todo está bien. Se hace mejor llevando a tus empleados más allá, presionando para que hagan un trabajo que ni siquiera sabían que podían hacer".

Lo cierto es que los empleados de Apple rara vez renunciaban cuando Jobs les llamaba imbéciles o rechazaba sus ideas. Un encargado de un equipo de Mac le especificó a Walter Isaacson, autor de la biografía, los abusos que Jobs realizaba sobre los empleados. Y, a pesar de esto, declara que se considera una persona muy afortunada por haber trabajado junto a él. Este tipo de testimonios son la prueba para muchos empresarios y ejecutivos de que un liderazgo fuerte hace que los empleados acepten unas condiciones de trabajo que en ocasiones no son muy favorables.

Al otro lado de la balanza están los detractores. Estos son empresarios que, al leer la vida de Jobs tras su muerte, han recompuesto totalmente la imagen que tenían del hombre, no sólo por el tratamiento hacia sus empleados, sino también por sus formas dictatoriales que trascendieron hasta su vida personal.

Jeff Atwood fue una vez un gran seguidor que sucumbió totalmente a la identidad de Jobs en su compañía, Stack Exchange. Por eso fue una sorpresa para él y los de su alrededor cuando dejó atrás la empresa, siendo la biografía del propio Jobs lo que le impulsó a realizar este cambio. Conocía todas las historias de Jobs como empresario e innovador, pero ignoraba los detalles acerca de su vida personal y familiar. El libro le hizo ver que él, al igual que Jobs, había dejado que el trabajo dominase por completo su vida.

La mayoría de los que le rechazan, como Atwood, están preocupados por sus papeles como padres. Esta idea tiene sentido teniendo en cuenta que, como se explica al final del libro, Jobs le pidió a Isaacson que escribiese esa biografía porque quería que sus hijos le conociesen y quería que comprendiesen cómo y por qué hizo todo lo que hizo.

Muchos de estos antiguos seguidores reconsideran su postura sobre todo porque no siguen siendo tan jóvenes. La mayoría de ellos están ahora en la recta final de su juventud, tienen hijos, y necesitan una visión de negocio más aceptable, que permita una mayor compatibilidad con la vida personal. Por eso muchos proponen la construcción de un 'estilo de vida de negocio', que alcance una menor escala empresarial y un menor riesgo, pero que permita al emprendedor una mayor calidad de vida personal y familiar.

Isaacson ha escrito lo que considera un correctivo al libro, con la esperanza de que los lectores se fijen menos en el comportamiento y petulancia de Jobs como jefe y más en sus notables logros en Apple y Pixar. Admite que ahora tiende a defender los ataques contra Jobs, dado que él ha proporcionado mucha de la información. Sin embargo, entiende que se ha convertido en la adoración a un genio y ello da lugar a múltiples interpretaciones. Isaacson destaca que la vida de Jobs era compleja en todos los ámbitos y,  por ello, se podían encontrar múltiples lecciones diferentes con varias visiones distintas.

La historia de Steve Jobs se ha extendido mucho más allá de Silicon Valley para tocar a gente en todos los campos. Pero, al final, lo que queda es la paradoja de la vida de Jobs. Puso su inflexible y a veces brutal personalidad en la creación de sus productos pero fue fundamental en un momento histórico que supuso el cruce de tecnología, comercio y cultura.

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